lunes, 18 de mayo de 2009

MOTIVO PARA NO TENER REFUGIO


Tengo un motivo para no buscar refugio,
para sentir los suspiros de tu tranquilidad en el caos.
Motivos para volver a casa y recibir tu tierna pregunta ¿ya en casa?
Un motivo para viajar hasta el paradero siete
y tocar el timbre bajo la cábala de tus cabellos encendidos de pasión.

Tengo una batalla depuesta. Una firma de paz junto a tus besos.

He hallado el motivo esencial
para evitar el tiempo sin máquinas de futuro,
para huir del bullicio de los microbuses
y sentir la leve música de tus palabras cerca de las mías.
Y más cerca, ¿qué otros motivos podría tener?
¿qué pasión se propagará sin freno?
El motivo anidó su fecha.
27.
Y tuvo un mes en mi memoria, enero.
Un mes que es la raíz de mis besos.
27 encuentra su imagen en una luz tenue
En un beso nocturno.

Tengo el mayor motivo para amarte
y caminar sin darle cuerdas al reloj,
el motivo para ser un instante todo
y refugiarnos en nosotros mismos,
como dos niños ante el universo.

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